Estos lugares marítimos pampeanos han sido habitados hace mucho tiempo. Comencemos por conocer algo de su prehistoria.
Los antiguos habitantes de esta región eran cazadores y recolectores que utilizaban instrumentos líticos hechos con piedras provenientes de las cercanas sierras de Tandilia, Ventania con sus últimas estribaciones en Sierra de los Padres, hasta cabo Corrientes en Mar del Plata.
La zona posee los registros arqueológicos más antiguos del país con fechas similares a la zona puneña de Jujuy y Salta. Y si bien se conservan pocos datos precisos se puede reconstruir una idea de la vida humana situada en esta latitud desde unos 13.000 años atrás. Tenemos a disposición informes arqueológicos si te interesan.
A la llegada de los primeros observadores españoles hacia el 1500, la zona de sierra de Tandilia hasta Mar del Plata era habitada por el pueblo CHECHEHET, una fracción del pueblo HET (llamado pampa y querandíes por los españoles) con alguna influencia guaraní y mesopotámica.
Hacia el oeste y algo más al sur colindaban con los GUENNEN-A-KENNE (llamados tehuelches por los mapuches, y patagones o gigantes por los españoles) cuya estatura de 1,80m en varones era muy superior a la talla media de los europeos de ese tiempo (1,65m). Los GUENNEN-A-KENNE hablaban una lengua muy poco emparentada con sus vecinos pampeanos y con los tehuelches del sur o AONAKEN, y su origen migratorio aún hoy es una incógnita.
Ambos grupos étnicos eran cazadores y recolectores a pie hasta la introducción del caballo en la primera fundación de Buenos Aires, muy pacíficos y hospitalarios, en la educación de sus hijos no ejercían la violencia, invocaban a un Dios creador y espíritus naturales. Muy pocos registros etnográficos de sus costumbres y lenguas han quedado de ellos pues fueron rapidamente despreciados, aculturados, explotados y masacrados por la población blanca interesada en sus tierras.
Los sobrevivientes de tehuelches y pampas que habitaron estas zonas sureñas ya veían afectados sus circuitos de caza y recolección de norte a sur por la expansión criolla, y en el siglo XVIII sufrieron una profunda invasión mapuche que alteró su idioma, costumbres y territorios. La debilidad para defender su nación se originó en lo reducido de su número por la mortandad sufrida ante las enfermedades europeas que les llegaban en el contacto con los criollos y las constantes explotaciones que ocurrían en la frontera con estancias.
El proceso de infiltración de los pueblos cordilleranos se llama araucanización y llevó a una mezcla interétnica con predominancia de grupos provenientes del sur de Cuyo y Chile, los cuales se desplazaron hacia el este debido a un gran interés por el ganado cimarrón que se reproducía libremente en las pampas.
La voz Chapadmalal proviene del araucano y significa chapad : pantano o aguada, malal : corral, y los aborígenes del siglo XIX la utilizaban para señalar esta zona por los numerosos arroyos que la recorrían generando cercos naturales para sus ganados.
Desde aquí el ganado era llevado por tribus araucanas en rutas regulares hacia la región trasandina e intercambiado a los blancos de la gobernación de Chile.
Durante el siglo XIX los estancieros bonaerenses extendieron sus dominios y compitieron con los mapuches por la caza del ganado para venderlo en Buenos Aires, ello generó violentos conflictos en la frontera entre indios y criollos, los "malones", desembocando en la mal llamada conquista al desierto organizada por "la generación de 1880", que impuso un ideario nacional de propiedades blancas sin naciones aborígenes y exterminó casi por completo a los tehuelches, pampas y mapuches pampeanos.
El llamado "desierto" fue una creación ideológica de políticos, estancieros criollos e ingleses, y educadores nacionales, sobre el imaginario colectivo para ocultar que estas tierras estaban ya densamente pobladas por naciones organizadas, y dicho desierto sobrevino con el exterminio masivo e ignomioso de los pueblos que habitaban ancestralmente la Pampa y la Patagonia.
Los barrios y pueblos de Chapadmalal surgen de divisiones de enormes latifundios estancieros, y luego de consolidarse la zona balnearia de clase media, a mediados del siglo XX se urbaniza el cinturón costero con fines especulativos sobre el valor de la tierra ante el auge turístico popular de Mar del Plata.
En ECO honramos a nuestros ancestros y podés conocer datos antropológicos, historias, y mitos de estos pueblos, así como datos paleontológicos y geológicos de esta parte del continente.